En las últimas semanas, hemos visto al AS Mónaco enfrentándose a duras citas. Primero ante el PSG, en el Parque de los Príncipes. Mantenía a raya a un PSG campeón de la Ligue 1 las anteriores cuatro ediciones. Una semana más tarde ante el Niza por 3-0, que empieza a desinflarse. Cuatro puntos de seis ante sus contrincantes.
El Mónaco ha llegado a la cifra de 100 goles en los 38 partidos que ha disputado en todas las competiciones esta temporada. Es un equipo seguro atrás, fluido en el medio y certero arriba. Un conjunto equilibrado y joven.
Fabinho y Bakayoko, dos jugadores distintos de cuya mezcla resulta explosiva. Fabinho es el cerebro. Es elegante con el contacto con el balón. Toma el control, se ofrece a los centrales y a medida que se desarrolla la jugada va orientando su juego. En cuanto a Bakayoko, ofrece soltura y recuperación a la vez. Una de sus virtudes, es su conducción con el cuero, y su habilidad a la hora de abrir camino. Ocupa una gran cantidad de terreno de juego y ensombrece a aquel que tenga la posesión del balón. Ambos, hay que decir que físicamente son imponentes. Son inmensos en la medular.
Otra de las sociedades más productivas del club monegasco es la que se realiza en la banda izquierda. Benjamin Mendy y Lemar. Uno muestra la elaboración y otro la finalización de la jugada. Lemar suele arrastrar al lateral rival hacia dentro con sus movimientos interiores y así, libera el carril para que de inmediato, Mendy ocupe su lugar.
Un animal ha vuelto. “El tigre”, Radamel Falcao, ha dejado a un lado las lesiones. Esta temporada está llevando al AS Mónaco a lo más alto, y sus goles son parte del triunfo. En 25 partidos ha anotado 19 goles. Unas cifras que recuerdan a aquel jugador que militaba en el Porto. Junto a él, Valère Germain. Cedido la campaña pasada en el OGC Nice, es el complemento perfecto del delantero colombiano. Él se encarga de arrastrar a la defensa rival, para que Falcao vea el hueco y pueda tener la portería a tiro. En la punta, ha aparecido un juvenil. Kylian Mbappé con 18 años ya está despuntando en el ataque de un gran equipo. Como si se tratará de un volcán en erupción. Y este volcán, va a soltar lava durante un largo período de tiempo
Si se habla del club del Principado, también hay que nombrar al portugués Bernardo Silva. Este futbolista apunta a las estrellas, a parte de salir del club en verano. Para su salida, habrá que reventar la banca. Coge la batuta y dirige a sus músicos. Zurdo, ágil y con una capacidad de desbordar al alcance de muy pocos. Además, combina las conducciones por dentro y la dificultad que resulta robarle el esférico. Que siga en función la orquesta…
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