El empate ante el Sevilla, que fue muy superior durante los 93 minutos, sirvió para seguir con la racha y hacer historia acumulando 40 partidos sin perder. La imbatibilidad la salvó Karim Benzema, que sustituyó a Álvaro Morata en el 76′ ya que no estaba completando un buen partido, y una gran combinación con Marcelo le permite colarse en el área y marcar.
Ambos equipos reservaron piezas clave, pensando en el encuentro que se dará el domingo, de nuevo en el Sánchez Pizjuán. Hombres en el Sevilla como el ‘Mudo’ Vázquez, Mariano, N’Zonzi no entraron en la convocatoria. Los que si entraron, fueron las nuevas incorporaciones Lenglet, que actúo de titular, y Jovetic, que entró al campo en el 44′, ya que Correa se encontraba indispuesto a seguir. En el Real Madrid, en casa se quedaron Modric, Cristiano, James e Isco. Volvían Lucas Vázquez y Kovacic, además de la intrusión de Enzo Zidane. Las sorpresas en las alineaciones fueron el arquero de los nervionenses, David Soria que suplía a Sergio Rico y en el ataque de los merengues, Mariano Díaz.
A los nueve minutos, el equipo de Sampaoli estaba pasando por encima de los blancos y el ánimo de los hinchas, provocaron que un centro de Sarabia desde el lado derecho, y el infortunio de Danilo que remato a su propia portería, comprometiera la clasificación. Los vikingos mostraban unas carencias desconocidas en las últimas fechas. Los visitantes deseaban que acabarán los primeros cuarenta y cinco minutos cuanto antes.
Nada más comenzar la segunda parte, a los tres minutos, en una contra de libro, Asensio tomaba el cuero, y con su velocidad y su conducción, recorría 70 metros por la banda izquierda hasta enfrentarse a solas contra Soria, y colársela bajo las piernas, un gol que emuló al de Gareth Bale en aquella final de la Copa del Rey ante el Barcelona. Jovetic, que llevaba unos nueve minutos escasos quería dar guerra, realizó una volea ante un Kiko Casilla que no pudo hacer nada. Este 2-1 alteraba el ritmo del partido, los locales se dirigían a subir el marcador, y el 3-1 estaba más cerca que el del empate.
Entrábamos en los últimos 20 minutos y por momentos el Real Madrid temía que el resultado de la ida por 3-0, no sirviera. Un centro raso desde la derecha, que Casilla deja muerto el balón en el área pequeña, hizo que Iborra lo rematara lanzándose al suelo para aumentar la ventaja y creer en la gloria. En el minuto 84, el equipo de Zidane perdía 3-1, hasta que un penalti cometido sobre Casemiro por Kranevitter, dio un respiro a los jugadores pero no a Ramos. Sergio se disponía a lanzar el penal, pero no se puso nada nervioso, lo lanzó a lo panenka. El Sevilla seguía su afán de conseguir la hazaña, pero nueve minutos después, el gato blanco, Karim Benzema concluía el partido y hacía tópico el gol en el desenlace.
El domingo regresan al Pizjuán, y la mecha está encendida. Las reacciones ante la celebración del gol de Ramos, la lucha entre el primero y el segundo…
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